Calidad, ergonomía y funcionalidad. Fabricados mediante el sistema de inyección con polietileno de alta densidad coloreado en masa y estabilizado frente a la acción combinada del agua y los rayos U.V. En su producción se utilizan materiales reciclables que no dañan el medio ambiente. Los pigmentos utilizados no contienen materiales pesados. Sistemas de elevación DIN, AFNOR, OSCHNER o VENTRAL. Certificado de homologación de producto emitido por TÜV SÜD Product Service GmbH según norma europea EN 840:2012. Certificado UN para el transporte de mercancías peligrosas. Diseño: los contenedores están diseñados para facilitar el apilado, optimizando la logística, lo que contribuye a una reducción de emisiones CO2 en su transporte. Cuenta con asa integrada y 4 frenos para evitar que se mueva. Apertura de tapa: diseño con caída lenta que asegura el deslizamiento suave de la tapa y evita el ruido en el momento del cierre. Ruedas: diseñadas para evitar la adherencia de suciedad y facilitar su limpieza. Sistema de montaje/desmontaje rápido y sencillo. Insonoración: el diseño incluye un exclusivo sistema de insonorización mediante ballestas que reduce la huella sonora.
Capacidad:
660lts
Color:
Verde
Gris
Carga nominal:
264kg
La norma EN 840, establecida por el Comité Europeo de Normalización (CEN), define los requisitos europeos para contenedores móviles de residuos, especificando criterios de diseño, durabilidad y seguridad en contenedores con ruedas utilizados en la recogida de basura. Los productos certificados bajo este estándar deben superar pruebas rigurosas que verifican su resistencia mecánica, capacidad para soportar condiciones climáticas adversas y funcionalidad operativa, garantizando así un rendimiento óptimo en entornos reales. Este estándar aplica a contenedores con capacidades de hasta 1300 litros y su cumplimiento es obligatorio para su comercialización en la Unión Europea. La certificación EN 840 asegura la fiabilidad de los productos en sistemas de gestión de residuos municipales o comerciales a largo plazo, reduciendo costes de sustitución y garantizando compatibilidad con sistemas automatizados de tratamiento. Además, confirma el alineamiento con las normativas medioambientales y de seguridad de la UE, siendo un requisito clave para acceder al mercado europeo.